Cuando se le dio esta maldición, quedo totalmente defraudado por su petición no cumplida. Dios al ver el dolor tan terrible que el sultán Aladino poseía, decidió darle una segunda oportunidad, pero con la condición de que solo le daría un pagoda pero tamaño normal (tamaño de la torre de BABEL). El sultán se sintió sumamente agradecido y decidió crear una nueva torre, para que fueran personas de todo el mundo a agradecerla a Dios por su bondad e inmenso amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario