Particularmente me encanto el mandamiento numero 10. Por ejemplo en ella pude percibir la terrible realidad que este mundo esta atravesando, es decir, refleja con puntos y detalles las codicias de los bienes ajenos. Esta inicia dando a conocer lo difícil que es cumplir los preceptos cuando la codicia parece funcionar en todo el mundo de una manera abrumadora. Especialmente me agrado la parte donde dice que la envidia no siempre negativa. Es decir, podría ser positiva siempre y cuando la utilicemos como tal. Deseo concluir, pero antes quisiera aconsejarles, que seamos codiciosos, pero para mejorar como personas, no como competición ni convertir nuestras ganancias en un vicio.
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