Cuando siguió cavando la tierra, se dio cuenta que aunque la flor negra, con un tallo indescriptible, que a medida que iba buscando, la flor se ponía cada vez mas blanca. Continuo cavando hasta que logro sacar mil metros de tallo y raíz y la flor quedo completamente blanca. Se dio cuenta que el color negro que tenia la flor era producto de los donguis, que no oyen, no ven, y no permitía que aquella flor inofensiva diera su real esplendor. Saco la flor y esta comenzó a brillar tanto como el sol. Se sintió un poco raro, pero a la vez muy contento, porque por su curiosidad, libero a una flor tan hermosa de los donguis.
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